Añoranzas (Yira Yira) es un homenaje al pionero cinematográfico argentino Federico Valle, quien produjo el primer largometraje de animación y realizó el primer noticiero de Argentina. Trágicamente, la mayoría de los films de Valle se perdieron en un incendio en 1926 y se vio obligado a vender lo que quedaba de sus películas a una fábrica de peines que usó el celuloide como materia prima.
El proyecto intenta revertir esta pérdida cultural mediante la experimentación y reciclaje de peines plásticos transformándolos en película para proyección. Mezclando investigación histórica y reciclaje, el proceso resulta en una pieza de cine experimental abstracto que se exhibe mediante un proyector de cine de 16 mm.
Proyecto realizado gracias al premio CIFO-Ars Electronica.