El video explora el fenómeno de El Monstruo, denominación popular que en Chile se le da al público que asiste al Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar. El nombre se debe al feroz poder que ejercen los asistentes durante el evento, que muchas veces presionan con sus cantos para alargar presentaciones de sus artistas favoritos y otras veces obligan, mediante pifias y abucheos, a que los artistas que no son de su agrado abandonen el escenario. El público del Festival de Viña del Mar participa de forma protagónica en el desarrollo del evento y es el único en el mundo que ha recibido una denominación especial. Tomando el caso del Monstruo como un ejemplo único de interacción entre músico y espectador, la obra explora la relación afectiva entre el público y los artistas. Los orígenes del Monstruo datan desde comienzos de la última dictadura en Chile y representan un fenómeno de catarsis colectiva que rememora al coliseo romano y la guillotina francesa. El video presenta una serie de testimonios de especialistas y fans, imágenes del anfiteatro donde se lleva a cabo el festival vacío e imágenes del público durante los shows con un tratamiento sonoro que se acerca a lo monstruoso.
Obra realizada en la residencia Molten Capital (Santiago de Chile) con el apoyo de Molten Capital / Matucana 100 / Embajada de la República Argentina